Parque José L Damas. UCV - Facultad de Agronomía

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martes, 5 de julio de 2016

Boletín El Corocillo Año 4 N° 7

Apreciados amigos:
El contenido del presente número es:

  1. Editorial. Héctor Herrera H.
  2. Efemérides del Mes de Julio. Carlos Agudelo L
  3. Cumpleañeros del Mes de Julio.
  4. Desarrollo Agrícola e Ingeniero Agrónomo. Extracto del Editorial de la Revista AGRO de la Sociedad de Estudiantes de Ingeniería Agronómica, N° 36 de marzo-mayo de 1955.
  5. Visita a un Amigo y Colega. Visita al colega Rogelio González G (UCV, 1958), 
  6. Que Hemos Sido. Pedro Raúl Solorzano narra las experiencias en la Facultad de Agronomía (UCV) de los integrantes de la Promoción de Ingenieros Agrónomos Nº XXI, Profesor Alejandro Rodriguez Landaeta.
  7. Monografía de Antonio Barrera Meléndez. Antonio Barrera B., rinde tributo a la memoria de su padre en el presente artículo
  8. Edafología Informa. Breve reseña del boletín informativo del Instituto de Edafología, Departamento de Edafología de la Facultad de Agronomía (UCV)
  9. Remembranzas de Mi Vida. Manuel Salas Silva, en su libro, logra comunicarse con el futuro, viviendo el presente y haber vivido el pasado, el cual considera bueno a pesar de tantas variadas vicisitudes que de alguna manera adornaron su vida asombrosa por los matices imprevistos, casi mágicos en los que estuvo envuelto.
Para leerlo completo


lunes, 4 de julio de 2016

Monografía de Antonio Barrera Meléndez

Ing° Antonio Barrera Betancourt

Debo decir que para mí es un orgullo ser su hijo y no recuerdo conflictos ni sinsabores o hechos de los cuales pueda un hijo avergonzarse de su padre ni algo que reprocharle. Este sentimiento estoy seguro, es compartido por mi familia, sus asociados de negocio y todas las personas que le conocieron en vida. 

Mi padre nació en Barquisimeto, estado Lara el 19 de febrero de 1906, de Antonina Meléndez y Enrique Barrera. Ella, dedicada a oficios del hogar y mi abuelo, al comercio. Él tuvo la primera panadería de la ciudad de Barquisimeto y aparte de eso una tienda de modas. Sus hermanos fueron Enrique A. Barrera, Manuel Barrera y Tella Barrera.

Mi padre y sus hermanos eran aficionados al ciclismo. En 1925, los ciclistas se reunieron frente al entonces Palacio de Gobierno, luego sede del Cuartel de Policía, para un paseo por la ciudad.

En algún momento de su adolescencia, mi tío Manuel sufrió un accidente, mientras conducía su bicicleta por el borde de un risco, en medio de una apuesta con otros ciclistas, se precipitó al fondo del mismo, perdiendo así la vida. Eso ocurrió en Barquisimeto, en 1927, en el muy conocido lugar ahora denominado: “Zanjón Barrera”. Ese mismo año se fundó el América Beisbol Club, según reseña el artículo que se puede leer abajo. Él fue su primer presidente, a la edad de 21 años. Más adelante haré un comentario más extenso.

En la foto de la época aparecen Tella Barrera, Antonio José Barrera (de paltó, en la foto de abajo a la derecha, quien organizó el Club de Ciclistas) y Manuel Barrera.

Cuando murió mi abuelo Enrique, mi padre, al ser quien estaba entonces en Barquisimeto, se encargó de la panadería y de la tienda. Más tarde, fue el dueño de una agencia de bicicletas (las cuales vendía al increíble precio de Bs 60,00, porque entonces eran muy caras), mientras que su hermano mayor, Enrique, estudiaba leyes en Caracas. 

Esta etapa de la vida de mi padre está bastante bien documentada en las notas de los orígenes del ahora denominado Club Atlético América. En el libro “Barquisimetaneidad Personajes y Lugares” de Raúl Azperrén (1974), publicado con el auspicio de la C.A.N.T.V. se acotan algunos hechos relacionados con la historia de los Barrera y se publican fotografías de la época donde se ve a mi padre. También aparece allí mi tía Tella, a punto de montar una bicicleta, en un tiempo en el que las damas no solían hacerlo. 

Mi padre fue el primer presidente del club, a sus 21 años y ha sido hasta ahora el más joven de los directivos que ha ocupado esa posición. 

Más de 1.600 personas tienen actividades sociales, educativas y deportivas en el este club que aún existe, ocupa cerca de 10.000 m2, tiene más de 600 socios y ya tiene más de 82 años de fundado. 

Allí se realizan competencias deportivas de diversa disciplinas, entre las cuales recuerdo el beisbol, natación, volibol, tenis, tenis de mesa y muchos otros. Además es un centro de reuniones familiares. Allí frecuentemente se celebran aniversarios de boda, cumpleaños y otras efemérides. Además de convenciones, cursos y actividades sociales de diversa índole. Todo ello lo convierte en el club más importante de su género en el país. Sus socios disfrutan de sus instalaciones por una fracción del costo de operación y mantenimiento, gracias a los aportes que generan todas las actividades antes mencionadas. 

Además del beisbol, mi padre practicó ciclismo y creo que lo hizo, no tanto para destacar como ciclista, sino para promocionar sus ventas, pues solo oí de él, muy cortos comentarios sobre esa actividad deportiva. También practicó boxeo, pero según me dijo, llegó a el cuadrilátero hasta recibir un golpe muy bien puesto, por el campeón local. Esto lo disuadió de sus intención es y decidió que ese no sería su deporte en el futuro.

Pasada esa etapa de su vida y en búsqueda quizá de otras opciones de negocio y experiencias, papá se trasladó a Caracas y trabajó como representante de la firma norteamericana “Sun Flame”, empresa ésta, dedicada a la fabricación de la ahora llamada “línea blanca”. En esos días y por el obligado y frecuente contacto con los proveedores extranjeros, papá había aprendido el idioma inglés. Además manejaba y era el propietario de uno de los pocos automóviles que circulaban por las calles y carretera del país. Estos conocimientos y habilidades lo situaban en posición ventajosa sobre muchas de las personas de su competencia. Por información directa mi padre, el viaje a Barquisimeto desde Caracas demoraba entonces tres días. La ausencia de lugares donde comer o beber un poco de agua, algunas veces lo obligaba a colar en un pañuelo, el agua de dudoso origen, para poder calmar la sed. Leer mas...

Que Hemos Sido

Pedro Raúl Solorzano P
Los integrantes de la Promoción de Ingenieros Agrónomos Nº XXI, Profesor Alejandro Rodriguez Landaeta, como grupo, comenzamos siendo unos adolescentes y jóvenes que llegamos a la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela en el año 1960, iniciamos nuestros estudios en el mes de octubre de ese año y concluimos las responsabilidades académicas en el mes de diciembre del año 1965. Luego del impacto de la vida universitaria por más de cinco años, sufriendo la metamorfosis que promueve ese período de instrucción, de convivencia, de madurez intelectual y personal, terminamos siendo un grupo de jóvenes y adultos con títulos de ingenieros agrónomos.
Pedro Solorzano y Carlos Aquique en práctica de Edafología

La primera experiencia colectiva que tuvimos en la Facultad de Agronomía, fue la del famoso “bautizo”, algo que en esos años y tradicionalmente se aplicaba a los nuevos estudiantes, que eran identificados como “peluos”. Recordamos que en la primera semana de clases, desde el lunes hasta el miércoles hubo actividades normales, asistiendo a clases distribuidos en tres secciones, A-B-C, en cada una de las cuales se ubicaban los estudiantes en orden alfabético, de tal manera que la sección A comenzaba con apellidos cuya inicial era la letra A como p.e. Albornoz; mientras que la sección C terminaba con apellidos cuya inicial es la letra Z como p.e. Zamora. Al llegar al segundo semestre, los estudiantes nos inscribíamos en cualquier grupo según nuestra conveniencia; y así fuimos agrupándonos y compartiendo prácticamente con todos los estudiantes de esa cohorte, y algunos de cohortes anteriores que por alguna razón llevaban materias atrasadas.
De izquierda a derecha: José “Pipo” Palacios, Pedro Solorzano, Jorge Pereira, Fidel Velasquez, compañero no identificado, y Tito “Papelón” Guilarte. 

En el transitar por las aulas universitarias fuimos estudiantes que aprovechamos la excelencia que nos brindaba nuestra escuela: buenos profesores, buena infraestructura con aulas y laboratorios bien equipados, una biblioteca que crecía y se modernizaba al paso de esos años, una convivencia y una gran madurez política. Eran momentos en los cuales en el país comenzaba a instaurarse un período democrático con todos los enfrentamientos, discrepancias y concordancias de pensamiento y actuación, que existían para ese entonces. La actividad deportiva era casi inexistente a nuestra llegada, la ayudamos a crecer en cantidad y calidad, pasando de ser un hazme reir a líderes en los juegos inter facultades de la UCV.

Hemos dejado al deporte de último, ya que merece un comentario especial. A nuestra llegada a la facultad, casi no había una actividad deportiva que incluyera masivamente a la comunidad universitaria, solo se realizaban encuentros de soft ball con profesores, estudiantes, personal administrativo y obreros. A los juegos inter-facultades asistía un equipo de béisbol de regular calidad y un equipo de volibol muy malo. Desde los comienzos de la era democrática, la actividad deportiva en los liceos y otros institutos de educación secundaria del país comenzó a tener importancia, por lo que cuando ingresamos a la vida universitaria nos estaba haciendo falta este ingrediente. Fue así como comenzamos a promover el deporte en la facultad, y llegó un momento en el cual realizamos unos juegos internos con masiva participación de todos los miembros de la institución, unos como deportistas y otros como espectadores que animaban las tribunas. Se comenzó la ampliación de los campos deportivos que solo consistían en el campo de béisbol y la pista de atletismo. Así fue creciendo esta actividad hasta que llegamos a participar con entera gallardía en los juegos inter facultades ganando algunos trofeos importantes.

Con este resurgir deportivo comenzaron a descollar atletas de pista y campo, el equipo de béisbol fue mejorando, en volibol subimos varios escalones, en baloncesto llegamos a tener un equipo ganador, pero en futbol logramos los máximos honores. Recordamos que habiendo sobresalido nuestra oncena en los juegos inter facultades de ese año, cuando se organizaban en Caracas los equipos de la UCV para los primeros juegos nacionales inter-universitarios, solo incluyeron en esa selección a un jugador de nuestro equipo. Por supuesto que la protesta no se hizo esperar y luego del reclamo correspondiente, la comisión de deportes en Caracas decidió realizar un juego en el estadio olímpico, entre la selección de futbol que habían estructurado y el equipo de la Facultad de Agronomía, conviniendo que el ganador se reforzaría y representaría a la UCV en los mencionados juegos. El resultado fue 1-0 a nuestro favor y no fue honrado el compromiso, por lo cual la UCV asistió a esos juegos con dos divisas, los de Caracas y los del Núcleo Maracay. Leer mas...

domingo, 3 de julio de 2016

Remembranzas de Mi Vida

Manuel Salas Silva

Libro donde nos narra en lenguaje sencillo su historia, como dice el mismo autor: "... La vida humana es un camino lleno de sorpresas y de aventuras; por estas importantes razones, desde hace muchos años he deseado escribir algo sobre mi sorprendente vida, y, como nadie es eterno, quiero dejar impreso mis huellas en las nubes perpetuas, no como singular aporte de buenas o de malas intenciones humanísticas, sino con el propósito fundamental de lograr imprimir una narración, marcar en el papel mis peripecias vividas en carne propia. 

Es mi vida nada más. Entre millones de historias que existen, yo quiero contar la mía, no encuentro motivos contundentes que impidan escribir mis vivencias. Si, hago hincapié, dar gracias a Dios, por haberme permitido nacer en esta era de evoluciones, transformaciones y cambios transcendentales.

Esta narración mía, está escrita literalmente sencilla, llana, fácil de leer y de entender; pues, mi deseo es solo poder comunicarme con el futuro, viviendo el presente y haber vivido el pasado, el cual considero bueno a pesar de tantas variadas vicisitudes que de alguna manera adornaron mi vida asombrosa por los matices imprevistos, casi mágicos en los que he estado envuelto. Mirando en retrospectiva quiero dejar constancia que toda mi vida estuvo planeada por Dios.

Al final de mi historia debo informar también con gran regocijo que la mayoría de las cosas que he deseado en la vida, las he podido lograr alcanzar con o sin mayores esfuerzos. ¿Por qué?, no lo sé; seguro es, debido a mi gran fe en Dios, en Jesucristo, en la Virgen María y en el Espíritu de mi madre. Con esas fuerzas tan poderosas, ningún obstáculo se puede presentar

Creo, aunque no estoy muy seguro, que he llegado al final de mi historia titulada “Remembranzas de mi Vida”. A partir de este momento, es seguro que continuarán sucediendo instantes circunstanciales los cuales sabré vivir tranquilo a pesar de mi ancianidad, hasta que se presente la hora verdadera de decir adiós para siempre". Leer mas...