Ing° Agr° Julio Viera
Quiero empezar con dos aclaratorias. La
primera es sobre lo que escribiré a continuación; me referiré a la pantalla de
cine, aunque en algunas oportunidades haré mención de las otras; con esto le
respondo, de una vez, a quien pueda preguntar: ¿Y a cuál pantalla se referirá?
La segunda es una pregunta que yo me hago: ¿La cinefilia será una adicción (o
afición) o una enfermedad (aunque a muchas adicciones se les considera
enfermedades)? Yo prefiero aceptarla como lo primero. En caso de que sea lo
segundo, en mi caso debe haber sido congénita, porque la empecé a padecer muy
temprano. En todo caso, me considero cinéfilo y de allí mi deseo de tocar este
tema.
Algo que ayudó a mi gusto por el cine fue la
ubicación muy privilegiada de mi casa, vivíamos a una cuadra de uno llamado “El
Rosal”. Nuestra casa quedaba en la Carrera 13 cruce con la Calle 42 y el cine
en la misma carrera, pero en la esquina de la Calle 43. Por cierto, esa casa
también quedaba a una cuadra del Parque Ayacucho.
El Rosal era propiedad de Napoleón Lucena,
director de la Orquesta Mavare y autor del bambuco “Endrina”, el cual, junto
con el vals “Como llora una estrella”, de Antonio Carrillo y la canción “Noches
larenses”, de Juan Ramón Barrios, han sido considerados como segundos himnos
del estado Lara. Cada vez que iba a
empezar la función, sonaba “Endrina”; de esa manera, nosotros nos íbamos al
cine cuando la oíamos porque sabíamos que luego venían los comerciales.
En esta columna trataré de ofrecer un breve
recorrido por varios aspectos relacionados con el cine; empezaré con las
pantallas, luego los cines, las películas y finalmente la música que acompañaba
a algunas de las películas que me gustaron.
II. LAS PANTALLAS
Hay que reconocer que a través de ella le ha
llegado a la humanidad la mayor cantidad de diversión; la del cine fue sólo la
primera y debe haber llegado a Venezuela en la década de los veinte. La
segunda, la del televisor, llegó en 1953; en ese tiempo pocas familias tenían
televisor, recuerdo que como 2 años después, mis amigos y yo visitábamos casi
todas las noches a algunas de esas familias y ellos organizaban las sillas como
si fuera un cine y, en muchas ocasiones, nos ofrecían café. En Barquisimeto,
sólo se veía una televisora, Radio Caracas Televisión (canales 2, 7 y 10). Nuestros
programas favoritos eran “Patrulla de Caminos”, “Papá lo Sabe Todo”, “La Ley
del Revólver” y “Disneylandia”. La segunda televisora comercial, Televisa
(canales 4, 6 y 9), llegó a Barquisimeto como en 1959, uno de sus mayores
atractivos fue la “Lucha Libre”. La tercera televisora, también comercial, fue
Cadena Venezolana de Televisión (canal 8) y comenzó hacia mediados de los años
sesenta. El único canal oficial, el 5, llamado Televisora Nacional,
prácticamente no se vio en Barquisimeto. En 1974, el canal 8 fue adquirido por
el gobierno y lo llamaron Venezolana de Televisión.
Un cambio muy importante se produjo en 1980,
llegó la televisión a color. Aunque la
televisión tenía una programación muy variada, porque incluía musicales,
deportes, comedias, dramáticos, noticias y películas de corto metraje, también
empezaron a presentar cine. Al principio a partir de las 11 pm, luego más
temprano y después en horas de la tarde.
La pantalla de la computadora apareció en los
70, como parte de una herramienta de trabajo, luego empezaron a incorporarle
juegos, después con la llegada del Internet se convirtió en un medio de
comunicación y, finalmente, también incorporó al cine. De esta manera, los
cinéfilos tuvimos otra forma de disfrutar las películas de largo metraje.
La cuarta pantalla, la del teléfono, llegó en
los noventa, como un simple medio de comunicación. El aparato era muy grande y
la pantalla muy chiquita, pero le fueron agregando aplicaciones y la pantalla
fue ocupando la mayor parte del aparato. Así también se preparó para recibir
cine.
Cuando ya no se esperaba otra pantalla,
apareció la tableta en la primera década del presente siglo. Este equipo
también sirve para ver películas. Sin embargo, hay que destacar que, a pesar de
los medios que se han inventado para disfrutar de las películas, las salas de
cine siguen siendo muy visitadas. Será
por el ambiente, por lo grande de las salas o por la amplitud de la pantalla,
pero los cines siguen teniendo muchos espectadores. Venezuela es, ahora, una
excepción por la pérdida del poder adquisitivo de nuestra gente.
En
general, las pantallas crecieron para el mayor deleite de los espectadores. La
de cine lo hizo principalmente en el ancho hasta alcanzar la panorámica sobre
la cual se proyectaba el cinemascope. Las de TV en los 2 sentidos, ancho y
alto, y, actualmente, pueden ocupar buena parte de una pared. Las de la
computadora también en los 2 sentidos, pero se estabilizaron más rápido. Las
del teléfono crecieron en altura porque la pantalla se puede mover en el
sentido horizontal para aumentar el ancho
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