Cuando aparecieron los primeros síntomas (una aparente erupción, ardor y sensibilidad sobre mi ojo derecho), no le presté mucha atención. Pensé que era algo pasajero, producto quizás, del contacto con alguna planta urticante o por la picadura de algçun insecto. Eso era probable, porque el día anterior había hecho una inspección en una finca y porque mi propia casa está bordeada por un costado por terrenos con monte.
Al tercer día ya sentía un dolor punzante y aparecieron unas manchas rojizas e hinchazón, ya no solo en la cara, sobre el ojo y la nariz, sino también en la frente y en el cuero cabelludo, avanzando hacia la coronilla y luego, hasta la parte posterior de la cabeza. Me alarmé y consulté ese día con un médico dermatólogo. El, al verme, me dijo de inmediato: “Chamo, tienes Herpes Zoster”..... Leer todo el artículo
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